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Muralista andino en el Museo Arqueológico

Arte boliviano

Muralista andino en el Museo Arqueológico

Publicado el 17/08/2016
En el marco del Seminario Internacional de Patrimonio "Enfoques Opuestos del Patrimonio: Desencuentro entre lo social y lo material" el destacado muralista boliviano, Roberto Mamani, presentará desde el 17 hasta el 20 de agosto una exclusiva exposición de sus más recientes y destacadas obras de la cultura altiplánica.

Roberto Mamani Mamani, quechua de nacimiento y de sangre Aymara, es un artista autodidacta que ha desarrollado su plástica a partir de la visión y sentimientos originarios de su pueblo, una tierra vibrante, vital, llena de colores, carácter, texturas y emociones. Su trabajo ha merecido numerosos Premios y Distinciones Nacionales e Internacionales y se encuentran en colecciones privadas en varias partes del mundo; Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, México, Canadá, Estados Unidos, Japón, Alemania, Dinamarca, España, Holanda, Australia, Italia, Francia e Inglaterra.

Su obra más emblemática, "Comunidad Whipala" es un conjunto de 336 viviendas sociales que fue inaugurado en la Villa Adela en El Alto, Bolivia, la ciudad poblada más alta del mundo construida a 4.070 metros sobre el nivel del mar.

Whipala destaca por tener una intervención urbana muy especial. Se trata de 14 murales de arte urbano que Mamani Mamani, pintó en las fachadas de los siete edificios que lo integran junto a un equipo de más de 30 personas.

"La base de mi arte, es una fuente inagotable de la cosmovisión andina, transmitir lo que somos, herederos de nuestra cultura e identidad, debe aportar desde todos los ámbitos. El arte hay que sociabilizarlo, el arte no es para un pequeño grupo de personas, el arte debe alimentar a todos", comenta el artista andino.

Alex Garrido Tapia, presidente de Cabildo Patrimonial La Serena y organizador de la exposición, señala "Roberto Mamani, es por hoy uno de los artistas muralistas más importantes de Latinoamérica, y nos entregará a la ciudad de La Serena, una experiencia inolvidable, de cómo el patrimonio y su carga de identidad, es dinámico, atemporal y por sobre todo el reservorio de nuestra memoria colectiva".